Homogenización del uniforme ¿Nos vamos de compras?
¿Qué sucedería si todos tuviésemos que llevar la misma vestimenta? Parto del supuesto de que, en cada país ha entrado a gobernar un presidente, que ha puesto la condición de llevar un único uniforme.
Teniendo en cuenta que existe ya para la mayoría de los oficios o determinados contextos unos uniformes: los bomberos, los médicos, las azafatas, los policías, los alumnos/as de los centros privados o concertados, los curas, los deportistas….
Mi propuesta va más allá de estos uniformes para cumplir unas determinadas tareas, y es que una vez fuera de esos contextos, la cuestión es que todos debemos llevar la misma vestimenta, y por supuesto, de un mismo color, que sería naranja. Ni siquiera para las ocasiones especiales, como bodas, comuniones, citas u otros acontecimientos importantes podríamos vestirnos de otra forma. Aquel que incumpliera tal norma sería castigado y se vería obligado a abonar una determinada cantidad de dinero. Sólo identificaría a las personas una etiqueta en su uniforme en la que se pondría el nombre de la persona y su profesión. Por ejemplo, Carlos Jiménez, Abogado; Noelia Gómez Díaz, Ama de casa.
Ante estas condiciones uno podría cuestionarse varios aspectos, por ejemplo, cómo se distinguirían las clases sociales, qué valores se crearían, qué repercusiones tendría en la formación de la identidad personal, ya que la forma de vestir está relacionada con el estilo de vestir y el carácter de la persona. ¿Qué pasaría con los diferentes estilos? ¿Dónde quedarían los pijos, los modernos, los tradicionales, los extrovertidos, los formales, los elegantes, los hippies, los góticos…
Por otra parte, se podría pensar en las consecuencias que habría respecto a las tiendas, qué se vendería entonces, y en qué se basaría entonces la competencia, ya que no podría ser en los diferentes modelos, porque todos son iguales, sino que la competencia se darían más en los precios y en la calidad. Aunque estos aspectos llegarían a un límite, siendo iguales en los diferentes comercios. Qué sucedería con la moda, ya que no se estaría a al alcance, porque ésta siempre sería la misma.
Los beneficios económicos serían mínimos, ya que la gente compraría la ropa una vez que ésta estuviese desgastada y no por favorecer la imagen personal. Aunque como en todo en la vida, los intereses se buscarían por otras vías.
En la escuela se enseñaría, a parte de los conocimientos actuales, el código de identificación de las personas por su uniforme y explicar el motivo de la obligación de llevar un único uniforme, explicándoles que ha sido una norma puesta por el nuevo presidente como una forma de reducir las diferencias. ¿Se reducen las diferencias en verdad? Ante esta cuestión, pienso que no se reducirían porque las diferencias están siempre presentes y este aspecto es lo que caracteriza a cada ser humano, ahí está su valor, el valor de la diferencia que hay que verla como normalidad.
Para terminar me gustaría hablar de por qué he decidido plantear esta práctica visionaria, la cual si se llevara a cabo de verdad traería consigo no sólo los anteriores planteamientos o cambios culturales, sino que se formarían sino muchos otros que se fuesen creando. Respecto a la práctica que hay actualmente, especialmente la referida a los centros escolares, sobre todo concertados y privados, cabe decir que éstos que funcionan con uniformes les va bastante bien, porque se reducen las competencias de marcas entre los alumnos, o por la variedad de ropa que tengan, aunque no se reflejen la personalidad y condiciones de contexto. De esta forma no se juzgan ni se diferencian entre ellos por cómo vayan vestidos. Pero ¿funcionaría esta uniformidad a un nivel nacional? ¿Hasta dónde llegaría la monotonía de la ropa? ¿Nos haría la vida más fácil? ¿Qué sentido tendría irse de compras con las amigas/os? Son muchas las cuestiones a plantearse y responder, pero queda claro que cambiaría de una forma radical los valores culturales, morales, éticos y otros más, ya que vivimos en una sociedad muy compleja, en la que estamos acostumbrados al bienestar social, y cambiar ese aspecto afectaría negativamente a diversos sectores.